martes, 6 de junio de 2017
6 de junio - Día Mundial del Paciente Trasplantado
La Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra el Día Mundial del Paciente Trasplantado con el objetivo de concienciar sobre la necesidad que tienen millones de personas –pacientes crónicos o terminales- de trasplantes como la única forma de seguir con vida.
La importancia de la donación de órganos y tejidos de personas sanas es cada vez más vital.
En la actualidad la donación de corazón, pulmones, hígado, riñones, páncreas, intestino, puede constituir la diferencia entre la vida y la muerte para otro ser humano, además de la posibilidad de abrir nuevas esperanzas a receptores de piel, córneas, válvulas cardíacas, tendones, nervios y cartílagos, entre otros.
EL TRANSPLANTE EN CIFRAS
Según estimaciones recientes comunicadas a la OMS por 98 países, el órgano con más demanda es el riñón. En 2005 se trasplantaron 66 000, lo que representa sólo el 10% de la demanda estimada. Ese mismo año se trasplantaron 21 000 hígados y 6000 corazones. Aunque aumenta el número de trasplantes de riñón y de hígado, también aumenta la demanda, que aún no se puede atender.
Los informes sobre el «turismo de trasplante» muestran que corresponden a una fracción estimada en el 10% del total mundial de trasplantes. El fenómeno ha ido en aumento desde mediados de los años 1990, coincidiendo con una mayor aceptación de los beneficios terapéuticos de los trasplantes y con los progresos realizados en la eficacia de los medicamentos inmunosupresores utilizados para prevenir el rechazo del órgano trasplantado por parte del cuerpo que lo recibe.
EL COMERCIO DE ÓRGANOS
Los principios presentados por la OMS subrayan que la persona, ya sea la donante del órgano o su receptora, tiene que ser el centro de interés, como paciente y como ser humano; que la explotación comercial de los órganos es contraria a la equidad de acceso y puede ser lesiva para los donantes y los receptores; que la utilización de órganos de donantes vivos entraña numerosos riesgos para la salud que se pueden evitar promoviendo la donación de cadáver; y que la calidad, la seguridad, la eficacia y la transparencia son esenciales para que la sociedad obtenga los beneficios que le ofrece la terapia del trasplante.
«La donación en vivo no está exenta de riesgos, tanto si se ha pagado por el órgano como si no. El donante necesita un seguimiento médico apropiado, aspecto que a menudo se desatiende cuando se recurre a esa modalidad para obtener un beneficio económico», agregó el Dr. Luc Noel. «En las donaciones de cadáver no se plantea el problema de la seguridad del donante, y podrían ayudar a que disminuya el tráfico de órganos.»
Se estima que cada año unos 112.000 órganos provenientes del tráfico ilegal, son trasplantados, particularmente para satisfacer la necesidad de ciudadanos con alto poder adquisitivo. Asia, África y América Latina, aparecen como las áreas de mayor difusión de la problemática.
Aunque las estadísticas fallan ante la carencia de datos exactos en muchos países, las autoridades sanitarias estiman que se están efectuando actualmente apenas un 10% de los trasplantes que se necesitarían a nivel global.
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